Si tienes una web ya debes saber que si no está optimizada estás en clara desventaja. ¿En desventaja con quién? En primer lugar, frente a tus competidores, los cuales, es posible, que sí tengan una web mejor que la tuya. Y, en segundo lugar, frente a Google, que es quien otorga, dentro de su buscador, las mejores posiciones a las mejores webs en Internet (o así es en la mayoría de los casos). Así que, ¿todavía tienes dudas de por qué debes optimizar tu web? Si todavía las tienes, sigue leyendo.
En Internet puede haber cientos de miles de webs similares a la tuya, que ofrezcan información similar a los usuarios o que vendan productos o servicios similares a los que tú ofreces. Por lo tanto, aparecer en Internet se convierte en una competición en la que la mejor herramienta que puedes tener para competir es tu web. Así que, cuanto mejor sea tu web, más posibilidades de éxito tendrás. En una lucha de gladiadores no es lo mismo competir con una gran espada de acero que hacerlo con un cuchillo de mesa, ¿verdad? Pues con las webs, ocurre algo similar.
Para competir en igualdad de condiciones con tus adversarios, tu competencia real, necesitas tener una web a la altura de las circunstancias y en las mejores condiciones posibles. Y esto sólo se consigue teniendo una web lo más optimizada posible. Así que, aquí tenemos la primera razón por la que debes optimizar tu web: para tener opciones de éxito en un mercado voraz repleto de competidores.
Optimizar una web es un trabajo que, a veces, resulta largo y complejo debido a muchos aspectos, principalmente al que tiene que ver con la forma en la que fue construida la web: lenguaje de programación, gestor de contenidos, arquitectura de la información, uso de plantillas, servidor, etc. El objetivo es siempre conseguir el máximo porcentaje de optimización posible.
En un imaginario escenario donde varias webs ofrecen la misma información o venden los mismos productos o servicios, y que están construidas de similar manera y con un similar diseño, ¿cual aparece antes en Google? Hipotéticamente aquella o aquellas que ofrecen un mayor porcentaje de optimización. Y digo «hipotéticamente» porque existen muchos otros factores que influyen a la hora de conseguir unas u otras posiciones en Google. Pero si sólo influyese el factor de la optimización web, las posiciones más altas en Google las consiguen las webs que presentasen el valor más alto en optimización.
Está demostrado que, en Google, aquellas webs que se optimizan aparecen en mejores posiciones que cuando no estaban optimizadas, sin realizar ningún otro tipo de acción de posicionamiento. Y, además, mejoran las posiciones de forma rápida, en tanto en cuanto se van optimizando y son reindexadas por Google. Por lo que esto nos lleva a la segunda razón por la que debes optimizar tu web: para escalar posiciones en Google de forma rápida y directa.
Aunque parezca lo contrario, estos no son los verdaderos motivos por lo que debes optimizar tu web. Google es sólo la herramienta o medio que debemos utilizar para llegar al máximo número de potenciales clientes. Y como tal, debemos utilizarla de la mejor manera posible para aprovecharnos al máximo de su enorme potencial.
Pensar que debes crear, configurar y optimizar tu web para Google es un grave error. Google no va a ser quien compre tus productos o servicios. Google te ayudará a conseguir venderlos haciéndolos lo más visibles posible. Pero quien comprará tus productos o servicios serán los usuarios, los potenciales clientes, quienes los encontrarán en Google y los comprarán a través de tu web.
Si bien es cierto que es muy importante conseguir que tus productos o servicios estén bien posicionados en Google, es decir, consigan las posiciones más altas para el mayor número posible de búsquedas según determinadas palabras clave, igual de importante es conseguir que los usuarios, una vez que han entrado en tu web tras encontrarte en Google, se queden el tiempo suficiente para encontrar lo que buscan cuando usaron Google. Puede ser una determinada información, pueder ser la compra de un producto o puede ser la contratación de un servicio. Si consigues que permanezcan un tiempo prudencial en tu web, posiblemente conseguirás satisfacer su necesidad y eso te repercutirá a ti en forma de beneficio.
Dicho beneficio puede ser en forma de reputación (destacarte como un experto o ser referencia en un tema concreto, con lo que conseguirás más visitas por repetición y por prescripción), puede ser en forma de venta (al vender un producto o servicio) o, simplemente, puede ser en forma de un aumento considerable del número de visitas mensuales (mayor tráfico, algo muy aprovechable para obtener ingresos por otras fuentes).
Esto debe darte la principal razón por la que debes optimizar tu web: para satisfacer la necesidad de tus visitantes y facilitar a tus visitas la compra de tus productos o servicios. En otras palabras, debes crear, configurar y optimizar tu web para aquellas personas que cubrirán sus necesidades cuanto la visiten.
Ponte en el lugar de una de esas personas. Hazlo tu mismo, aunque para evitar realizar conductas adquiridas (tú ya sabes como funciona tu web), es mejor que se lo pidas a un amigo o familiar (para evitar contaminación de información). Utiliza el buscador de Google para buscar un producto o servicio tuyo. Fíjate dónde y cómo apareces en los resultados de búsqueda de Google. ¡Es clave! Luego, entra a tu web y analiza si realmente has encontrado lo que buscabas o que puedes comprar un producto o servicio de manera fácil y rápida. Si no puedes hacerlo, es que algo falla.
Como ves, optimizar tu web no sólo hará que Google (y también el resto de buscadores de Internet) la vean con buenos ojos, si no que, además, conseguirás que los usuarios que entren a visitarla se lleven una buena experiencia de usuario, que, al fin y al cabo, es lo único que te llevará a realizar una venta.
Todo influye para conseguir vender online y todo es importante. Aparecer en los primeros de Google es muy importante, pero tener una web optimizada, que ofrezca lo que el usuario busca, también. ¿Por donde empezar? Nunca por el tejado. Empieza siempre por la base, empieza por optimizar tu web. Ese es el primer paso que debes seguir para empezar a construir tu éxito en Internet.
Ahora que ya tienes claro por qué debes optimizar tu web, es hora de comenzar con el proceso de optimización web. Pero, ¿cómo se optimiza una web? Eso, querido lector, es otra historia. Una larga historia que iremos abordando poco a poco en los próximos artículos que te estoy preparando.
PODCAST DE ESTE ARTÍCULO
En los próximos días estará disponible la versión audio de este artículo. Permanece atento a esta publicación para descargártelo y poder escucharlo en cualquier momento.
Hola Óscar. Quisiera agradecerte el buen trabajo que has hecho optimizando nuestra web de la gestoría. Sin duda ahora tenemos una mejor imagen en Internet, nos llegan y nos encuentran más clientes. En definitiva, gracias a actualizar y mejorar nuestra web hemos aumentando los beneficios. Reconozco que era muy excéptica en estas cosas, pero Óscar ha demostrado que es un gran profesional y que cumple con los objetivos. Gracias y un saludo.
Hola Milagros. Gracias por tus sinceras y enriquecedoras palabras. Para mi es un orgullo seguir caminando junto a vosotros. Tras 15 años a vuestro lado, es una satisfacción que sigáis confiando en mi trabajo. De nuevo, muchas gracias. Un fuerte abrazo.
Muy interesante el artículo. Lo tendré en cuenta para el negocio de mi sobrina, pero me surge una duda. ¿Se puede optimizar cualquier web o no todas se pueden optimizar? Estupendo blog. Enhorabuena.
Hola Teresa. Gracias por tu comentario.
Respondiendo a tu pregunta, te indico que TODA web se puede optimizar. Si bien es cierto que algunas ya encuentran un nivel muy alto de optimización siempre hay algo que se puede mejorar. Al otro lado, a veces me he encontrado webs nada optimizadas, que han mejorado enormemente. Ha habido casos en los que se ha tenido que rediseñar por completo la web porque estaban hechas en Flash.
Un cordial saludo y gracias por leerme.