Si estas pensando en tener presencia en Internet, para tu negocio o para tu empresa, antes de crear tu web, antes de adentrarte en esa aventura (porque sí, es toda una aventura), debes tener muy en cuenta una serie de factores muy importantes, que influirán en todo lo que hagas durante el proceso de creación de tu web.
Desde el nombre del dominio, hasta el contenido final, pasando por el alojamiento, el diseño o las funcionalidades, por ejemplo. No debes tomarlo a la ligera.
De la misma forma que en la fabricación de un producto, por simple que sea, influye el diseño de un ingeniero, los materiales con los que se fabrica, la maquinaria para fabricarlo, la logística y la venta final, en una web también, aunque de diferente manera.
El dominio adecuado
Lo primero de todo, antes de crear tu nueva web, es elegir el dominio correcto. Si tienes una marca, lo lógico es que el dominio sea el nombre de la marca. O también puede ser el nombre de la empresa.
Si lo que te interesa es resaltar tus productos o tus servicios, independientemente de la marca o del nombre de la empresa, puedes usar un dominio relacionado con tu producto, tu servicio o la temática adecuada del mismo.
Existe una entidad que regula los dominios de todo Internet, llamada ICANN, así que no te preocupes, todo se controla.
Tampoco es cuestión de romperse mucho la cabeza, ya que es posible que se te ocurran múltiples posibilidades. Yo te recomiendo que te hagas esta pregunta: «¿Qué objetivo final quiero conseguir con mi web?»
Si la respuesta es que te conozcan, usa el nombre de la marca o de la empresa. Si la respuesta es vender y generar más ingresos, usa un nombre adecuado para el producto o servicio que vendas.
Por ejemplo, si te caracterizas por fabricar bombillas cuadradas, un buen dominio sería www.bombillascuadradas.com. Si, por ejemplo, eres un experto en hipnotizar gallinas, un buen dominio podría ser www.hipnosisparagallinas.com.
Para conocer más las pautas acerca de cómo elegir un buen dominio para tu sitio web, te recomiendo que consultes a un experto en marketing online.
También puedes consultar numerosos artículos en blogs del sector donde poder seguir unas pequeñas pautas para escoger el dominio adecuado para tu web. Te recomiendo la lectura del artículo de Ignacio Santiago sobre 12 claves para elegir el mejor nombre de dominio para tu web.
Un hosting acorde a tus necesidades
Muchas son las empresas que ofertan servicios de hosting web. Unas muy baratas, otras muy caras. Cada una en un país. Lo que realmente importa en estos casos no es el precio (aunque también, pero en menor medida), si no las prestaciones del hosting.
Tienes que saber que antes de crear tu web hay que mirar bien el tipo de hosting que te conviene. Que ni te quedes corto, que no puedas hacer todo lo que quieras, ni que te den como para competir con la misma NASA.
Debes tener claro cómo será tu web, que contendrá y para qué la quieres. Vuelve a hacerte la misma pregunta de antes: «¿Qué objetivo final quiero conseguir con mi web?». La respuesta te dará lo que necesitas realmente.
Algo que todo hosting debe tener, como mínimo, es lo siguiente: lenguaje PHP y bases de datos MySQL. Esto te permitirá tener cualquier tipo de web, desde una web corporativa, un blog o hasta una tienda online. El resto de características, aunque también importantes, lo son menos.
Un error muy común es comprar hosting que te ofrece mucho espacio, o mucha tasa de tráfico mensual, o cientos de cuentas de email. Esto, como en la vida misma, es cuestión de sentido común.
Por ejemplo, ¿para qué quieres toda una nave industrial si sólo necesitas un trastero para guardar 4 muebles usados? ¿Para qué quieres un coche que alcance los 300 Km/h si sólo lo usas para llevar a los niños al colegio?
Pues cuando se trate de contratar un hosting, piensa igual. Adquiere sólo lo que necesitas. Te saldrá más barato.
Ahora ya sabes que antes de crear tu web necesitas un dominio y un hosting adecuados. Existen agencias que ponen a tu disposición servicios de Internet para asesorarte cuales son los más acordes a tus necesidades y comprarlos si es necesario.
A partir de ahí, debes tener en cuenta también que, antes de crear tu web, debes tener muy claro el contenido.
Pero eso, querido lector, es otra historia.